Hoy les traigo una crítica de la
película Visions, producida por Blumhouse Productions (Jessabelle, Split Up,
Siniestro), estrenada en Estados Unidos en el año 2015.
La trama gira en torno a una mujer la
cual tuvo un accidente y le ha dejado trastornos y secuelas. Luego, un año más
tarde, se embarazada y, junto a su marido, se mudan a un viñedo. Allí, ella
empieza a sufrir alucinaciones cada vez más reales.
Dirigida por Kevin Greutert (Jackals,
Jessabelle), editor en las cinco primeras ediciones de Saw y director en la sexta
y séptima entrega. Esta vez, el estadounidense se lanza a una película de
suspenso-dramática, que simula tener características del género de terror. ¿La
razón? Más abajo te la explico.
La que protagoniza toda la película es
Isla Fisher con el nombre de Eveleigh, quien apareció en "Now you see
me" como Henley y en "The Lookout" como Luvlee. Luego se muestra
Anson Mount (quien hizo de Rayo Negro en Inhumans y tuvo una leve aparición en
Non-stop: Sin escalas) como David, su esposo. Y después son pequeñas
presentaciones de actores como Jim Parsons (The Big Bang Theory), Eva Longoria
(Frontera, El Centinela) y John de Lancie (Recreator, Gamer), tomando el papel
de amigos y vecino.
Ya sabemos quiénes son los actores y a
dónde va la trama. Bueno, no tanto, porque personalmente estaba confundido.
Debido a la mezcla de géneros, tanto de drama como de suspenso y, por supuesto,
el terror, se me hacía difícil saber a qué película me estaba enfrentando.
Muchos dirán que cómo me llevó tiempo
descifrar el género. Yo soy de los que ni de por casualidad lee una sinopsis ni
mucho menos una reseña antes de ver la película. Bueno, en fin, si quieren
saber mi método de cómo veo y analizo película, pronto haré una entrada
especial sobre eso.
Continuando con lo que decía, luego me
puse a analizar bien los escenarios, el ambiente, los sonidos, y todo me
llevaba a una sola respuesta: es la típica película de terror, carecida de originalidad,
con los mismo sustos predecibles. Sin embargo, me iba a equivocar.
Lo de los sustos debo admitir que ya
sabía por antelación que iban a aparecer, y no es que tengas
"visiones" como la protagonista, sino que eran muy obvios y lo peor
era que su fuerte era el aumento de sonido; sin ésta decisión, los sustos no
habrían sobresaltado a nadie.
Sacando los sustos y el típico lugar
de película de terror, una casa hermosa en medio de la nada, se puede decir que
la mayoría de los puntos se los ganó la trama. Aclaremos que la segunda, y
parte de la primera. Me explico. La primera parte de la película es un poco
densa, aunque los hechos se muestran de frente, simples y sin mucha complejidad
ante cualquier tipo de público, la narración de la primera hora del
largometraje se hace un poco insostenible. Igualmente no exageremos, la película
en sí atrapa y entretiene, primer objetivo logrado.
No obstante, hay pequeños detalles
que, a menos que seas un aficionado del cine de terror, salen a la luz, demostrándonos
que el guión carece de ideas originales. Tal vez el ser misterioso de capucha
negra, la mano de sangre en la pared, los mismos gritos de siempre, en fin;
siempre las mismas escenas que, a pesar de no aburrir, llega un momento que
todo es demasiado predecible.
Pero si nosotros nos fijamos en la última
parte del filme, vemos como todo cuadra, encaja a la perfección. Las
situaciones de las visiones estuvieron bien logradas, tanto en la puesta en
escena como las ideas en sí. Las alucinaciones tomaron el papel de estar
atacando al personaje mientras que el segundo conjunto fueron efecto de la
necesidad de escapar (las sillas moviéndose, la lámpara cayéndose, los vidrios
rotos, el metal de la cama). Todos esos fueron momentos en dónde, ante la mala
mirada que tenia Eveleigh acerca de estas visiones, el personaje no pudo ser
advertido de la desgracia que le iba a venir.
Yo me quedo con la frase "Confía
en tu instinto maternal". Esto se lo dijo su amiga Sadie en un bar al
contarle que estaba teniendo visiones y que su marido le estaba convenciendo de
tomar la pastilla. Ella se preocupaba por la salud de su bebé. Sin embargo, su
amiga confiaba en Eveleigh y le aconsejaba que confíe en su instinto de madre y
que no se deje manipular ni por el doctor ni por su propio esposo.
Ahora, hablando de los roles de los
personajes, quien aparece en la totalidad de las escenas es la mujer que
protagoniza Isla Fisher. Es aquella quien tiene el accidente, la que queda
embarazada y la que sufre las visiones. Después se puede observar como el resto
de los personajes son el relleno mismo de la trama, para darle un sentido al
ambiente.
Nunca entendí la traducción del nombre de esta película: "Yo ví al diablo" o "I saw the Devil", sería plagio a una película estrenada en 2010 en Corea del Sur, que nada tiene que ver con Visions. Además, en ningún momento ve al diablo. Son solamente visiones, las cuales la protagonista las interpreta como que le quieren hacer daño pero en realidad le están advirtiendo sobre algo trágico.
El comienzo ya es fuerte, trágico: una
mujer sangrienta, gritando en una camilla mientras la trasladan al hospital. Un
choque automovilístico, en el primer minuto del filme. Algo que me hizo acordar
a la película Jessabelle, dirigida por el mismo director Kevin Greutert, donde
en ésta sí se muestra el momento del impacto.
Y ahora que las comparo, veo más
similitudes, como en que en ambas películas la protagonista es femenina con
edad similar y un tono de pelo parecido (pelirrojo/castaño). Ambas alucinan o
tienen visiones, además de tener un accidente automovilístico un lógico
post-trauma. Luego de estar recuperadas, se van a vivir a lugares apartados
(con su padre en el caso de Jessabelle y con su esposo en el caso de Visions).
Además, mientras que en la primera película, a la protagonista se le muere el
hijo que estaba esperando, en Visions, una mujer pierde al bebe que estaba
esperando por culpa al accidente de la protagonista.
Lo que a simple vista parece otra
típica historia de fantasmas, posesiones y casas embrujadas, de a poco se va
extendiendo el rango de influencia a fuerza de multiplicar los eventos y
apuntalar el suspenso bajo una inteligente dosificación de la información, sin
descuidar en ningún momento el punto de vista sensato de Eveleigh.
La buena ejecución de Greutert no pudo
haberse logrado sin la ayuda infaltable del guión que, dando un giro inesperado
al final de la película, consigue cerrar un relato ameno, rozando el cliché,
pero saliendo ileso.
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