Estos últimos años hubo películas basadas en videojuegos (Warcraft: el origen, El príncipe de Persia, Far Cry, Need for Speed, Doom, Silent Hill) pero ninguna ha sobresalido como para que se diga que ha sido una buena película. Los guiones son vacíos, pobres. Las tramas tampoco suelen acompañar tanto, ya que son aburridas. Y si, por alguna casualidad divina, hay una trama interesante, las escenas se repiten tanto hasta convertirse en hartantes.
Parece que estaría crucificando a todas las películas basadas en videojuegos pero no es así. Porque como siempre digo, de cada película, algo bueno se saca. Aunque sea un detalle, una frase o pensamiento para reflexionar, actitudes o actuaciones. Todos aquellos sentimientos que nos causan al ver cualquier película, deberíamos tener en cuenta. Por lo cual es muy difícil que "x" película no tenga nada de especial ni interesante, siempre hay algo que valga la pena ver.
Sin embargo, el mundo del cine y el de los videojuegos es muy difícil de que coincidan y se puedan juntar, formando una gran obra. Debido a que el primero aún no supo crear un filme interesante, basado en el segundo mundo. La principal problemática (y creo que una de las más importantes), es mostrar un mundo de cero, entendible para aquellos que nunca tocaron una consola y evitar la básica trama, la cual los fanáticos se la saben de memoria. A mi parecer, es entre estas dos finas líneas donde se podría encontrar el éxito de una buena película con estas características.
Dirigida por Justin Kurzel, quien también lideró el filme dramático/histórico Macbeth (2015), junto a Michael Fassbender, Marion Cotillard y Michael Lesslie (quien también escribió el guión de Assassin's Creed). Esta vez, el australiano estuvo al mando de la película anteriormente menciona: Assassin's Creed, basada en la franquicia de Ubisoft de nombre homónimo.
Protagonizada por el irlandés Michael Fassbender (Malditos Bastardos, Steve Jobs, Centurión, 12 años de esclavitud), Marion Cotillard (Inception, Aliados), Michael K. Williams (Robocop), Callum Turner (Mobile Homes, Green Room), Ariane Labed (The Lobster, Black Mirror) y Brendan Gleeson (Trespass against us, In Bruges).
Al principio vemos a un Fassbender increíble, muy bueno y decidido, haciéndonos la ilusión de que vamos a enfrentarnos a una gran película. Luego, las ilusiones desaparecen. Por tan bueno que sea un actor, si el guión es pobre, no podrá hacer nada más que esforzarse y dedicarse al máximo a su papel. Y es lo que pudimos observar en esta película, que a pesar de tener un elenco de lujo, la trama no ayudó demasiado. Es más, no aportó nada más de lo que ya se vio, tanto en otras obras como en el mismo videojuego.
Para aquellos que no están familiarizados con el juego y su historia, aquí les va un resumen.
Antes de ver la película y tener algo de conocimiento previo, ver este video (y los demás en este canal)
Sinopsis de la película
A través de una tecnología revolucionaria que desbloquea sus recuerdos genéticos, Callum Lynch (Michael Fassbender) experimenta las aventuras de su ancestro, Aguilar, en la España del siglo XV. Lynch revivirá en primera persona los recuerdos de su antepasado, un curtido miembro de la hermandad de asesinos denominada los Assassin's, y tendrá que llevar a cabo una serie de peligrosas y secretas misiones por toda Tierra Santa. Al descubrir que es descendiente de esta misteriosa sociedad secreta, reunirá un increíble conocimiento y habilidades para enfrentarse a la poderosa y opresiva organización templaria en el presente.
Al igual que mi último análisis (Fright Night (2011) "No soy cobarde, soy realista"), en Assassin´s Creed pasa todo muy deprisa, tan rápido que no se nos da el tiempo de conocer a los protagonistas, de simpatizar con ellos. A diferencia de los videojuegos, en dicha película no somos capaces de generar ninguna emoción ni sentimiento con respecto a los personajes de la historia.
Es muy curioso porque en una escena hay un momento cuando Callum se pregunta “¿Qué demonios está pasando?” y es algo que nosotros también nos podemos llegar a preguntar. Poco sabemos (y terminamos sabiendo) de tanto Callum Lynch como de Aguilar, ambos protagonizados por Michael Fassbender. No conocemos sus intenciones, y de qué piensa, mucho menos. Estuvo buen el intercambio entre las situaciones de España en el siglo XV, donde Michael le daba vida a su ancestro Aguilar, y la vida de Callum Lynch, cómo fue dado por muerto para llevarlo al Animus y de alguna forma revivir el pasado de su ancestro con el objetivo de conseguir el lugar preciso donde se encontraba la manzana del Edén.
Sin embargo, algunas escenas eran demasiado lentas, especialmente cuando estaba en esa especie de cárcel donde Sophia (Marion Cotillard) junto a su padre Alan (Jeremy Irons) operaban su máquina. Podrían haberle dedicado más tiempo a la vida de nuestro personaje Callum, o bien haberse enfocado en otra de las tantas batallas de aquella misteriosa sociedad secreta.
Igualmente, el mayor protagonismo se lo lleva Fassbender (mejor como Magneto en X-Men que asesino en Assassin´s Creed). A pesar de todo, las escenas de acción le pisan los talentos. Un 80% del juego de consola Assasin´s Creed se basa en los flashbacks al pasado a través del animus, una maquina inventada por los templarios para “revivir el pasado” por medio de nuestro código genético. Y, como no podía faltar en esta película, los momentos de acción hay de sobra. En estos "viajes al pasado", tanto en la película como en el videojuego, las acciones del protagonista consisten en dar saltos y puñetazos, corriendo sobre azoteas y matar a sus enemigos a sangre fría con una navaja .
Y sí, obviamente el fuerte de la película es el juego original, el cual se basa casi enteramente en peleas, golpes y muertes. Sin embargo, en la película estos saltos y momentos de parkour son muy repetitivos, empezando y terminando de la misma manera. Entonces, lo que tendría que haber sido el fuerte y la sólida base de Assassin´s Creed no fue más que un par de coreografías bien ejecutadas con respecto a lo técnico. Pero al momento de presenciarlas, observamos que terminan siendo siempre iguales.
Con respecto a los personajes secundarios, destacan más los antagonistas (Jeremy Irons y Marion Cotillard) los cuales vamos conociendo y sabiendo sus intenciones, consiguiendo lograr un desarrollo más importante. Es más, podría llegar a decir que son más interesantes que el protagonista y sus aliados, los cuales no aportan nada a la trama.
Como dije anteriormente, siempre hay algo bueno, algo por lo que sea digno ver la película. En este caso son los impresionantes efectos especiales y las sincronizadas peleas, junto al parkour (aunque podrían haber sido un poco más distintas entre sí para lograr variedad y no repetición). Sin embargo, a más de uno lo dejara con un sabor amargo, un sabor difícil de digerir. Muchos estarán disconformes o un tanto decepcionados, ya que esperaban que esta "maldición" que tiene el subgénero de no poder crear una buena película basada en videojuegos, aceptada tanto por los fans como por los no tan familiarizados. Se suponía que rompería esa barrera estándar con respecto a dichas adaptaciones, aunque solo crea una historia genérica que nunca logra sincronizar con los espectadores. Un puesto que todavía no ha sido ocupado por nadie y que está siendo esperado por todos a que algún filme lo ocupe.
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